miércoles, 18 de marzo de 2009

Everything looks better in black and white XI


"Desde luego, no he introducido ni un solo símbolo en el film, y aquellos que esperen de mí una obra de tesis con un mensaje ¡pueden esperar! Pero que El Ángel Exterminador es susceptible de ser interpretado, qué duda cabe. Todos tienen derecho a interpretarlo como quieran. Hay quien le da una interpretación únicamente erótico-sexual. Otros, política. Yo le doy más bien una interpretación histórico-social. Pero cuando en la conferencia de prensa de Cannes preguntaron los críticos a Juan Luis [Buñuel, su hijo] que por qué había en el film un oso deambulando por la fiesta elegante, contestó: «Porque a mi padre le gustan los osos». Es la verdad. Hubo quien interpretó al oso como a la Unión Soviética, que iba a devorar a los burgueses. Eso es una tontería. Luego le preguntaron lo que significaban los 17 planos que aparecían repetidos en el film. Ya había previsto esto y le dije a Juan Luis: responde que «porque al terminar la película me había dado cuenta de que quedaba corta, y para alargarla...». La gente siempre quiere una explicación para todo. Es la consecuencia de siglos de educación burguesa. Y para todo lo que no encuentran explicación, recurren en última instancia a Dios. Pero, ¿de qué les sirve? A continuación tendrían que explicar a Dios."

Luis Buñuel, en diálogo con J. Francisco Aranda, hablando sobre El Ángel Exterminador, según mi opinión una de sus obras capitales. Se encuentra, entre otras publicaciones, en Luis Buñuel: Biografía Crítica (1969), editada en España por Editorial Lumen.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo tiene que tener explicación y todo tiene que SERVIR PARA ALGO... Un profesor de Sociología mío decía que "no hay nada peor que la mentalidad de tendero". Yo no sé si humanamente es así (prefiero ser más tolerante), pero estéticamente estoy segura de que sí, aunque habría que redefinir qué es lo inútil, o lo "inentendible" (fuera de los parámetros burgueses, claro). Besos.

P.D.- Mi asunto complicado se resolvió de la mejor manera posible (terminó).

P.D.2- Comenté otra vez la foto de Hermeto y agregué información sobre los problemitas con Elis.

Josef Gaishun dijo...

No creo que, en términos de arte y estética, todo sea tan reductible a absolutos.

Todo tiene que tener explicación cuando hablamos de la sociedad, de política, de economía; sí, claro. Sino se termina cayendo en el sentido común, con consecuencias que pueden llegar a ser de lo más desastrosas. Si tu profesor de Sociología apuntaba a eso, estoy de acuerdo.

Ahora, cuando se habla de música, o de una película... El caso de Buñuel en eso es particular, porque nunca se sintió presionado a dar explicaciones por nada, y al mismo tiempo lograba cargar a sus obras de un gran contenido crítico hacia las instituciones sociales, la burguesía, la mentalidad religiosa, etcétera. En gran parte ha de ser por su carácter de "hijo del surrealismo" (corriente que no me apasiona, pero en ciertos aspectos es interesante).

Al mismo tiempo, termina ocurriendo que ciertas pautas, por el solo hecho de jamás ser puestas en tela de juicio, se reproducen como "lo normal", mientras que no hay motivo verdadero para pensar tal cosa.

Nadie pide explicación a un director de cine porque los créditos de su película figuran escritos, y sin embargo cualquiera le preguntaría a Godard por qué los créditos de Le Mépris son recitados. Ídem con los 17 planos repetidos en El Ángel Exterminador de Buñuel.

Artísticamente hablando, creo que peor que no explicar, es dar por explicado algo que en realidad no lo está (ni lo estuvo nunca), y aceptarlo como regla solo por tradición.

Admiro a Buñuel por darle rienda suelta a sus fantasías sin ponerse a pensar qué le aporta a la historia. Aún mejor que eso fue que haya sido capaz de pensar historias que terminaban siendo terreno libre para plasmar sueños o ideas sueltas, sin tener que estar todo atado por un hilo tenso y sin fisuras, como en un policial de Chandler.

Por otro lado, creo que la línea entre "fantasías inexplicadas" y "tomaduras de pelo" es bastante fina, y muy pocos tipos pueden tomar las riendas de la primera sin caer en la segunda. Tal vez todo termine residiendo en el debate de casos puntuales, y la posibilidad de defenderlos o atacarlos con criterio y fundamento.

Por eso podría pasarme horas debatiendo por qué me parece valioso un trabajo como El Ángel Exterminador (o por qué todos los protagonistas de También los Enanos Comenzaron Pequeños de Herzog son enanos, y no infantes, o adultos, o ancianos; caso parecido) y me da bronca que Tarantino filme media película a color y media en blanco y negro sin motivo alguno.

Es decir: por qué uno me parece propio de un proceso creativo personal, coherente en sus propios términos; y el otro me parece un caso de "hago lo que quiero y todos se desmayan de admiración porque tengo apellido".


Besos.


PD: Si te sentís mejor que hace un par de semanas, realmente me alegro mucho.

PD2: Gracias. Ahora me fijo.

Josef Gaishun dijo...

(Al mismo tiempo, me olvidaba de aclarar, también admiro a los policiales de Chandler por estar atados por un hilo tenso y sin fisuras).

Josef Gaishun dijo...

Esto me hace acordar a un texto del sociólogo Robert Nisbet, en el cual habla sobre la muy probable génesis creativa-casual de muchas de las teorías sociológicas más importantes. O, mejor dicho, factibles de ser explicadas en términos personales, biográficos y en última instancia psicológicos; pero no surgidas en la mente de sus creadores como "útiles para algo", más allá de que más tarde hayan decidido profundizar en las temáticas porque efectivamente hayan creído que sí podían ser útiles.

Lo cual, por otra parte, no significa que las investigaciones en sí no sean rigurosas, o que sean poco confiables, caprichosas o poco científicas.