lunes, 23 de febrero de 2009

You been tellin' me you're a genius
since you were seventeen
In all the time I've known you
I still don't know what you mean
The weekend at the college
didn't turn out like you planned
The things that pass for knowledge
I can't understand

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tenía veinte años. Cuando tienes veinte años, y veintiuno, y veintidós, y veintitrés, y veinticuatro, lo que quieres de la gente es que te hablen de tí. Cuando tienes veinte años, y veintiuno, y veintidós, y veintitrés, contemplas el mundo según como él te contempla a tí. ¿Se ríe la gente cuando haces un chiste? ¿Te besan las mujeres cuando te las cruzas en una fiesta? ¿Es así? Pues ya está, eso es lo que eres. Pero esas personas, se rían o no, te besen o no, también son jóvenes, así que empiezas a pensar que no te puedes fiar de ellos, de tus contemporáneos, de tus frustrados amigos y novias, que no es por ti mismo por lo que te besaron, sino que lo hicieron por ellos, por algo que les convenía, los muy narcisistas; mientras tú pedías reconocimiento, ¿qué pensaban ellos de tí? No tienes ni idea. Por eso es tan importante conocer a tus héroes cuando eres joven, para que te puedan decir algo. Cuando conocí a Morris Blinkel, lo único que quería que me dijera era: “Sí, lo veo en tí. Puedes hacer con ello lo que quieras, pero lo tienes. Puedes ser como yo, si es eso lo que deseas”

-Cuando eres joven -dijo Morris mirando por la ventana, dándonos la espalda-, y vas a lo tuyo, y lo tienes todo por delante y a todos a tu alrededor, no conoces a nadie más, y miras a los demás con sus vidas jodidas, y sabes que harás las cosas de otra manera, sabes que lo conseguirás y lo consigues. Eres más amable, más simpático, más listo. Y un buen día observas que has hecho todo lo que dijiste que ibas a hacer, pero, de alguna manera, te has olvidado de algo, pasó algo en el ínterin y todo el mundo ha desaparecido, todo es diferente, y miras a tu alrededor y te das cuenta de que te has jodido la vida igual que todos los demás idiotas. Y eso es lo que hay.

Se giró para vernos y sonrió valerosamente.”

Keith Gessen, “Todos los jóvenes tristes y literarios”

Anónimo dijo...

CR: Toda esta actividad te ha convertido en una figura mediática y he tenido la oportunidad de presenciar como la gente que no hace literatura que te reconoce como parte del paisaje

AG: (risas) Claro, soy parte del paisaje local.

CR: ¿Qué piensas de esto?

AG: Ah, mira, no le doy mucha importancia. Es muy agradable, es muy simpático cuando te paran en la calle una señora y te dice, como me dicen a mí: “Ay, la ví en televisión y usted dijo exactamente lo que yo pienso”. Me encanta, me parece bárbaro. Le doy un beso y le doy las gracias. De toda esa gente que me para por la calle, muy pocos me han leído, (risas). Hace poco me sentí muy estimulada porque un muchacho de veinte años, me paró para decirme que había leído todo lo mío y que le encantaba y yo decía qué bueno, ¡un lector al fin! Pero por lo menos, la gente me conoce, me mira por la calle, sabe quién soy, cosa que sí, es agradable pero mejor no créersela. Si una se la cree, está frita, querida. Una no tiene que creer esas cosas. Si, está bien, está lindo, está bárbaro pero no te la creas, no te creas que sos un personaje porque ahí sonaste.

(entrevista a Angélica Gorodischer)

Josef Gaishun dijo...

Me gustó lo de Gessen, en especial el segundo párrafo. Pero es tan triste...

A la entrevista a Gorodischer no la tenía. ¡No me imagino a señoras parándola por la calle y saludándola! Por ahí en Rosario es más reconocida por el ciudadano medio que en otras ciudades.

Cuánta razón tiene en esas últimas palabras...


Muchas gracias por tan nutritivo comentario.
Besos.

Anónimo dijo...

A esas últimas palabras habría que inscribirlas en mármol en la plaza de todos los pueblos. La gente para por la calle a Angélica porque ella es una activista por la igualdad de género, y en ese rol sale bastante en la tele (por lo menos, supongo, en los canales locales de Rosario). Besos!

Anónimo dijo...

Ah, y Gessen exagera un poco con la depresión, por lo menos con la generalización a todos de esos pensamientos deprimentes, pero, y como vos decís sobre todo en el último párrafo, describe muy bien lo que le pasa a muchos (espero que -todavía- no a mí). Otros besos.