Entiendo -aunque no comparta- que se puedan decir dos o tres cosas positivas de las últimas pelis de Tarantino... ¿pero hace falta usar la palabra "inteligente"?
6 comentarios:
Anónimo
dijo...
No se... no sé si eso debería ser llamado inteligencia, aunque contra ciertas cosas sí? Contra qué no debería ser definido intelectualmente sino emocionalmente, no sé... Ahora no sé. Hasta mañana, A.
Dudo que haya grandes cantidades de emocionalidad depositadas en las últimas películas de Tarantino.
Más bien me suena a "uh, mirá qué genio que soy, cómo trasciendo todas las barreras de la cinematografía mundial pegando un videoclip al lado del otro con técnicas diferentes, sin prestarle atención ni a la historia ni a los personajes ni a la lógica, ni a nada, pero ¡no importa! porque soy Quentin Tarantino". Eso sería Kill Bill.
Death Proof es peor.
Por otro lado, tampoco opino que todas las buenas películas o películas disfrutables, tengan que estar cargadas de gran contenido intelectual. No creo que ocurra así.
Sin embargo, sí me parece que queda cool decir que Tarantino es "inteligente" (porque decir que "mucho contenido sus últimas pelis no tienen, pero a mí me gustan igual", queda para los pochocleros, no para los cinéfilos) aunque no muestre más que a ocho minas hablando boludeces durante dos horas y a un tipo masacrándolas con un auto. Algo que en contenido no está muy lejos de la remake de Martes 13.
No te metas con Kill Bill, amo esa película, mira que que practico kendo, te voy a buscar a La Plata con mi katana y te ajusticio. Hay partes que me embolan, pero otras son geniales. Beso.
Jaja, está bien. Si te gusta Kill Bill, por ahí te gusta Death Proof (no lo digo en tono de burla, es una recomendación sincera). Por lo pronto, no puedo esperar a que se estrene la próxima Inglourious Basterds. Cada vez me gusta menos Tarantino, pero sin embargo siempre me dan ganas de mirar sus películas.
Casualmente el otro día anduve leyendo que, a diferencia de lo que más de uno parece pensar, Natural Born Killers de Oliver Stone tiene muy poca relación con Tarantino. Parece que Quentin escribió una historia, que se la vendió a la Warner, y ellos contrataron a Stone como director, quien deformó y masacró a la historia hasta llegar a lo que efectivamente es la película.
Tarantino no parece haber quedado muy contento con la actitud de Stone (quien, encima, hizo sus típicos comentarios soberbios, como "a mis 47 años no podía filmar una historia como la que había escrito Tarantino a los 28") y en cierto modo "rechaza" la porción de la autoría del guión que le corresponde. No sorprende la bronca, si se tiene en cuenta que Natural Born Killers es una basura de proporciones épicas.
Que, sin embargo, tiene una o dos cositas más rescatables que lo último de Quentin.
Death Proof es la última película de Tarantino, estrenada en sesión doble en Estados Unidos junto a Planet Terror de Robert Rodriguez, que -a mi entender- también constituye un esperpento cinematográfico, casi al mismo nivel que el de Quentin.
6 comentarios:
No se... no sé si eso debería ser llamado inteligencia, aunque contra ciertas cosas sí? Contra qué no debería ser definido intelectualmente sino emocionalmente, no sé... Ahora no sé. Hasta mañana, A.
Dudo que haya grandes cantidades de emocionalidad depositadas en las últimas películas de Tarantino.
Más bien me suena a "uh, mirá qué genio que soy, cómo trasciendo todas las barreras de la cinematografía mundial pegando un videoclip al lado del otro con técnicas diferentes, sin prestarle atención ni a la historia ni a los personajes ni a la lógica, ni a nada, pero ¡no importa! porque soy Quentin Tarantino". Eso sería Kill Bill.
Death Proof es peor.
Por otro lado, tampoco opino que todas las buenas películas o películas disfrutables, tengan que estar cargadas de gran contenido intelectual. No creo que ocurra así.
Sin embargo, sí me parece que queda cool decir que Tarantino es "inteligente" (porque decir que "mucho contenido sus últimas pelis no tienen, pero a mí me gustan igual", queda para los pochocleros, no para los cinéfilos) aunque no muestre más que a ocho minas hablando boludeces durante dos horas y a un tipo masacrándolas con un auto. Algo que en contenido no está muy lejos de la remake de Martes 13.
No te metas con Kill Bill, amo esa película, mira que que practico kendo, te voy a buscar a La Plata con mi katana y te ajusticio. Hay partes que me embolan, pero otras son geniales. Beso.
Jaja, está bien. Si te gusta Kill Bill, por ahí te gusta Death Proof (no lo digo en tono de burla, es una recomendación sincera). Por lo pronto, no puedo esperar a que se estrene la próxima Inglourious Basterds. Cada vez me gusta menos Tarantino, pero sin embargo siempre me dan ganas de mirar sus películas.
Casualmente el otro día anduve leyendo que, a diferencia de lo que más de uno parece pensar, Natural Born Killers de Oliver Stone tiene muy poca relación con Tarantino. Parece que Quentin escribió una historia, que se la vendió a la Warner, y ellos contrataron a Stone como director, quien deformó y masacró a la historia hasta llegar a lo que efectivamente es la película.
Tarantino no parece haber quedado muy contento con la actitud de Stone (quien, encima, hizo sus típicos comentarios soberbios, como "a mis 47 años no podía filmar una historia como la que había escrito Tarantino a los 28") y en cierto modo "rechaza" la porción de la autoría del guión que le corresponde. No sorprende la bronca, si se tiene en cuenta que Natural Born Killers es una basura de proporciones épicas.
Que, sin embargo, tiene una o dos cositas más rescatables que lo último de Quentin.
Estamos totalmente de acuerdo en lo de NBK. No sé ni qué es Death Proof, voy a ver si la miro, gracias por la recomendación, beso.
Death Proof es la última película de Tarantino, estrenada en sesión doble en Estados Unidos junto a Planet Terror de Robert Rodriguez, que -a mi entender- también constituye un esperpento cinematográfico, casi al mismo nivel que el de Quentin.
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